


Los Altavilla y la constitución del “Reino”
Es el “Reino” por excelencia. Su territorio se ha perfilado desde los primeros años de su constitución bajo Ruggero II de Altavilla, quedándose inalterado en el curso de los siglos, hasta su caída en 1861: al norte, el confín seguía una línea que partía de Civitella del Tronto bajo Ascoli y llegaba a Gaeta pasando por Leonessa, Áquila, sobre Pontecorvo y abajo hasta el Mar Tirreno; al sur, el confín era el mar mismo, Sicilia comprendida. Después de la caída del Imperio Romano, los territorios del futuro Reino estuvieron en parte bajo el dominio bisantino (la Baja Apulia, la Calabria, la Sicilia y el Ducado de Nápoles), en parte bajo el dominio longobardo (el Ducado de Benevento); en el siglo IX la Sicilia cayó en mano musulmana. En los siglos siguientes, especie en el XI, la situación geopolítica del Sur precipitó en una triste fragmentación de pequeños potentados locales, mientras que los antiguos dominios bisantinos y longobardos iban siempre más perdiendo el control de la situación. Se llegó progresivamente a un tipo de “guerra de todos contra todos”, agravada por las continuas incursiones sarracenas. En tal estado naturalmente el Sur se empobreció y debilitó; quien supo aprovechar fueron los normandos, conducidos por la audaz familia de los Altavilla (Hauteville).
Ya alrededor del año Mil llegaron los primeros aventureros normandos, que se pusieron al servicio de los varios señores en guerra con el señor rival; en esta política mercenaria sobresalieron los Altavilla que supieron pronto crear un condado en Melfi en 1043; de este momento su expansión político-militar fue constante (especie con Roberto el Guiscardo, que conquistó la Apulia y la Calabria), hasta que, también entremetidos en las guerras por la Lucha de las Investiduras, supieron desprejuiciadamente hacerse reconocer por los Pontífices como señores enfeudados de las tierras meridionales de la Iglesia (en 1091 expulsaron a los musulmánes desde Sicilia). Por fin, en 1130, Ruggero II de Altavilla (1101-1154) pudo hacerse proclamar por Papa Anacleto II, aunque como su vasallo, Rey de Sicilia, Apulia y Calabria, y luego con dominio también sobre Capua, Benevento y Nápoles. Fue el nacimiento formal del Reino de Nápoles, entonces llamado “Reino de Sicilia”.
A Ruggero II sucedieron: Guillermo I el Malo (1154-1166), Guillermo II el Bueno (1166-1189), Tancredi (1189-1194), Guillermo III (1194).
El “Reino”
La dinastía normanda vino menos con Constancia de Altavilla, mujer del emperador del Sagrado Romano Imperio Enrique VI de Hohenstaufen (el hijo de Federico I Barbaroja) y madre de Federico II de Esvevia, que heredó, una vez muerto el padre en 1197, más allá del imperio, el Reino ( nació en Jesi y creció en Palermo). Después de la muerte de Federico II en 1250, lugarteniente del Reino se volvió su hijo natural Manfredi como regente al sitio del hermanastro Corrado IV, que murió prematuramente en 1254; entonces Manfredi mantuvo la regencia en nombre del hijo de éste Corradino de Esvevia, pero luego en 1258 rompió con el nieto y se proclamó Rey de Sicilia, restableciendo la política antieclesiástica del padre. Urbano VI y luego Clemente IV favorecieron entonces la bajada en Italia de Carlos de Angiò (de Anjou), hermano del Rey de Francia Luís IX (el Santo), que afrontó y mató al guibelino Manfredi en Benevento en 1266. Pero Corradino llegó de improviso y se jactó los derechos dinásticos sobre el Reino; Carlos le afrontó en Tagliacozzo en 1268 derrotándole; en un primer momento le hizo rendir y luego le hizo decapitar en Plaza del Mercado en Nápoles. En tal modo, Carlos pudo asumir tranquilamente el título de Carlos I de Angió Rey de Sicilia, empezando el dominio angevino – y por lo tanto capetingio – sobre el Reino. A causa de las consecuencias de la Guerra de las Vísperas, perdió a la Sicilia en 1282 a favor de Pedro III de Aragón (que se casó con Constancia, hija de Manfredi), que se volvió Rey de Sicilia(1282-1285). El Reino ahora se divide en Reino de Nápoles, a los angevinos, y Reino de Sicilia, a los aragoneses.
El Reino de Nápoles bajo los Angió y Aragoneses
Los Angiovinos tuvieron la parte continental hasta 1442, cuando Alfonso de Aragón les derrotó (la causa de la guerra fue Juana II de Angió que, inicialmente, eligió a Alfonso como su heredero y luego a un pariente francés, Luis de Angió) y conquistó Nápoles, unificando nuevamente el Reino. Después de Carlos I, reinaron: su hijo Carlos II (1285-1309), Roberto el Sabio (1309-1343),Juana I (1343-1381), Carlos III de Durazo (1381-1386), Ladislao de Durazo (1386-1414),Juana II de Durazo (1414-1435), Luis III (1435-1438), Renato (1438-1442).
En 1443 el Reino de Nápoles fue conquistado por Alfonso V de Aragón (1443-1458), al que sucedió su hijo Fernando I (1458-1494), el famoso Ferrante, que fue sólo Rey de Nápoles (y nunca de Sicilia). Le sucedió Alfonso II (1494-1495), momentáneamente depuesto porCarlos VIII de Francia; pero el Reino volvió pronto a los Aragoneses con Fernando II (1495-96) y con Federico (1496-1501), hasta que, en 1504, Fernando el Católico (Rey de Aragón, de Sicilia y de España – por su boda con Isabel de Castilla), reunió el Reino de Nápoles, de España y de Sicilia. De este momento, por lo tanto, el Reino de Nápoles (como el de Sicilia) llega a ser parte integrante del Reino de España, gobernado
por unos dos siglos por un Virrey.
sepu

lcro del infante Trastámara castellano, rey electo de Aragón, don Fernando de Antequera
El Reino de Sicilia bajo los Aragoneses
En Sicilia, sucedieron a Pietro III (I como Rey de Sicilia): Jaime II (1285-1296), Federico II(1296-1336), Pedro II (1336-1342), Luís (1342-1355), Federico III (1355-1377), Martino I (1377-1409), Martino II (1409). En 1412 el Reino de Sicilia y el Reino de Aragón llegan a ser uno sus soberanos fueron: Fernando I (1412-1416), Alfonso el Magnánimo (1416-1458), Juan (1458-1479), Fernando el Católico (1479-1516).
El Virreinato
Desde 1504 hasta 1713 el Reino de Nápoles está efectivamente unido con el Reino de España. A la muerte de Fernando el Católico se coronó Rey de España Carlos I de Habsburgo, que en 1519 se trasladó a Emperador del Sagrado Romano Imperio con el título de Carlos V. Él fue por lo tanto a todos los efectos también Rey de Nápoles y Sicilia. Le sucedió como Rey de España su hijo Felipe II (1556-1598); se coronaron luego Rey de España (y por lo tanto de Nápoles y de Sicilia, que, recordamos, fueron gobernadas directamente por Virreyes de nombramiento regio): Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665), Carlos II (1665-1700). Carlos II de Habsburgo-España murió sin herederos, y nombró su sucesor a Felipe de Angiò, nieto de Luis XIV, preferido a Carlos de Habsburgo-Austria; él tomó el título de Felipe V de Borbón, Rey de España; ésto provocó la Guerra de Sucesión española (1700-1713), cuando Felipe V, que, a cambio del reconocimiento internacional de su derecho al Trono de Madrid, tuvo que ceder los Reinos de Nápoles y Sicilia a los Habsburgos. Así, desde 1713 el Virreinato está de nuevo bajo el dominio habsbúrgico, aunque esta vez se trata de los Habsburgos de Austria: llegó a ser por lo tanto parte integrante del Sagrado Romano Imperio, y tuvo como soberano el emperador Carlos VI. Sin embargo, de 1714 a 1720 el Rey Vitorio Amadeo de Saboya obtuvo la Sicilia que luego volvió a los Habsburgos.
Los Borbones de las Dos Sicilias, restauradores del Reino
En 1734, por hechos históricos que vamos a describir mejor en la voz dedicada a Carlos de Borbón (Rey de Nápoles y Sicilia de 1734 a 1759), éste, hijo de Felipe V de España y Elisabeta Farnese, conquistó las Coronas de Nápoles y Sicilia, restaurando a todos los efectos un reino unido y soberano. Después de dos siglos de dependencia política, el Reino llegó a ser otra vez una nación libre bajo la dinastía de los Borbones de Nápoles y Sicilia.Las voces de la sección histórica de este sito describen como Carlos y sus descendientes supieron gobernar, reformar y modernizar su reino, conquistando el amor de los sujetos que ningun otra dinastía tuvo en el curso de los siglos (si no de manera menor), y que se manifestó abiertamente durante los años de la invasión napoleónica y durante los siguientes a la caída del Reino en manos de los Saboya.Sucesores de Carlos de Borbón fueron: Fernando IV(1759-1825), desde 1814 Fernando I de las Dos Sicilias;Francisco I (1825-1830), Fernando II (1830-1859),Francisco II, que en en 1860 perdió el Reino, conquistado por Victorio Emanuele II de Saboya. Con esta conquista, el Reino de las Dos Sicilia deja de existir en cuanto reino.
FUENTE: laverdadofende.worldpress.com
El Reino de Sicilia bajo los Aragoneses
En Sicilia, sucedieron a Pietro III (I como Rey de Sicilia): Jaime II (1285-1296), Federico II(1296-1336), Pedro II (1336-1342), Luís (1342-1355), Federico III (1355-1377), Martino I (1377-1409), Martino II (1409). En 1412 el Reino de Sicilia y el Reino de Aragón llegan a ser uno sus soberanos fueron: Fernando I (1412-1416), Alfonso el Magnánimo (1416-1458), Juan (1458-1479), Fernando el Católico (1479-1516).
El Virreinato
Desde 1504 hasta 1713 el Reino de Nápoles está efectivamente unido con el Reino de España. A la muerte de Fernando el Católico se coronó Rey de España Carlos I de Habsburgo, que en 1519 se trasladó a Emperador del Sagrado Romano Imperio con el título de Carlos V. Él fue por lo tanto a todos los efectos también Rey de Nápoles y Sicilia. Le sucedió como Rey de España su hijo Felipe II (1556-1598); se coronaron luego Rey de España (y por lo tanto de Nápoles y de Sicilia, que, recordamos, fueron gobernadas directamente por Virreyes de nombramiento regio): Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665), Carlos II (1665-1700). Carlos II de Habsburgo-España murió sin herederos, y nombró su sucesor a Felipe de Angiò, nieto de Luis XIV, preferido a Carlos de Habsburgo-Austria; él tomó el título de Felipe V de Borbón, Rey de España; ésto provocó la Guerra de Sucesión española (1700-1713), cuando Felipe V, que, a cambio del reconocimiento internacional de su derecho al Trono de Madrid, tuvo que ceder los Reinos de Nápoles y Sicilia a los Habsburgos. Así, desde 1713 el Virreinato está de nuevo bajo el dominio habsbúrgico, aunque esta vez se trata de los Habsburgos de Austria: llegó a ser por lo tanto parte integrante del Sagrado Romano Imperio, y tuvo como soberano el emperador Carlos VI. Sin embargo, de 1714 a 1720 el Rey Vitorio Amadeo de Saboya obtuvo la Sicilia que luego volvió a los Habsburgos.
Los Borbones de las Dos Sicilias, restauradores del Reino
En 1734, por hechos históricos que vamos a describir mejor en la voz dedicada a Carlos de Borbón (Rey de Nápoles y Sicilia de 1734 a 1759), éste, hijo de Felipe V de España y Elisabeta Farnese, conquistó las Coronas de Nápoles y Sicilia, restaurando a todos los efectos un reino unido y soberano. Después de dos siglos de dependencia política, el Reino llegó a ser otra vez una nación libre bajo la dinastía de los Borbones de Nápoles y Sicilia.Las voces de la sección histórica de este sito describen como Carlos y sus descendientes supieron gobernar, reformar y modernizar su reino, conquistando el amor de los sujetos que ningun otra dinastía tuvo en el curso de los siglos (si no de manera menor), y que se manifestó abiertamente durante los años de la invasión napoleónica y durante los siguientes a la caída del Reino en manos de los Saboya.Sucesores de Carlos de Borbón fueron: Fernando IV(1759-1825), desde 1814 Fernando I de las Dos Sicilias;Francisco I (1825-1830), Fernando II (1830-1859),Francisco II, que en en 1860 perdió el Reino, conquistado por Victorio Emanuele II de Saboya. Con esta conquista, el Reino de las Dos Sicilia deja de existir en cuanto reino.
FUENTE: laverdadofende.worldpress.com
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