viernes, 2 de octubre de 2015

ATAQUES PIRATAS A POSESIONES ESPAÑOLAS






Las correrías piráticas de Henry Morgan se concentraron en los años 1668-1671. Inicialmente estuvieron alentadas por el gobernador de Jamaica, Modyford, que concedió patentes de corso a bucaneros para atacar los intereses españoles. Pero en 1670 se firmó la paz entre Inglaterra y España, y cuando Morgan volvió de su gran expedición contra Panamá fue arrestado por el nuevo gobernador de Jamaica, Lynch, que lo acusó de piratería.




Morgan y sus hombres permanecieron tres semanas en Panamá, dedicadas, como de costumbre, a amasar botín. Sin embargo, el gobernador español había tenido la previsión de cargar todo el oro y la plata en barcos con rumbo a España, y aunque el botín no fue pequeño, muchos bucaneros se sintieron estafados en el reparto final y se quejaron de que habían ganado menos que en el ataque contra Portobelo. Además, Morgan partió con algunos fieles, abandonando al resto de piratas en el río Chagres.

Las cosas habían ido demasiado lejos, y quizá lo más beneficioso para Morgan fue que al volver a Jamaica fuera arrestado y enviado a Inglaterra para ser juzgado como pirata. Nada tenía que temer. Allí fue recibido como un héroe popular, y, una vez absuelto de los cargos, Carlos II lo nombró sir y lo envió de vuelta a Jamaica como gobernador de la isla. Renegando de su antigua condición, empleó el resto de su vida en luchar sin cuartel contra la piratería. Con la dispersión de los aventureros de Jamaica y de Tortuga se ponía fin a un modo excesivo de entender la vida. Morgan, que había pasado la suya buscando la muerte entre el sonido de los cañones y el chocar del acero, la encontró en la serenidad de su hogar. Rara muerte para quien es considerado el mayor de los bucaneros.
FUENTE: taringa.net

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