
La vinculación económica con el Asia se realizaba por el Océano Pacífico de la siguiente manera: a) Viaje de ida: Callao-Filipinas-Japón-India y China. Viaje de regreso: Filipina-Acapulco (México). Esta extraordinaria navegación era posible a veloz velocidad porque España había estudiado y colocado en las cartas marítimas las corrientes oceánicas del Pacífico que impulsaban gran velocidad a los viajes de ida y regreso porque los galeones de la época no eran impulsados a vela solamente sino que su tracción era ocasionada por las corrientes marítimas de América a Filipinas a la ida y de Filipinas a América en el regreso.
La navegación por el Pacífico era cuantiosa, el comercio muy intensivo. La razón se daba en que la moneda de Hispanoamérica era la plata y la moneda del Asia también la plata. Esto agilizaba las transacciones por el pago de compensaciones en metal. La gerencia de los viajes por el Pacífico se hacía en Buenos Aires donde estaba radicada la Compañía de Filipinas.
Es posible recuperar Filipinas reconquistando el lenguaje del mundo hispánico, que aún subsiste; esto es muy importante. Por cierto, en las memorias de Cochrane se señala que San Martín le imploraba ir a atacar Filipinas y que entre ambos se dividirían el tesoro. Pero Cochrane se niega. La tragedia es que se llama ‘próceres’ a los grandes traidores de la Hispanidad.
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