viernes, 25 de marzo de 2016

VIERNES SANTO: PAPANGA FILIPINAS


Desde hace décadas, hombres y mujeres participan en una intensa celebración para dar gracias a Dios cada Semana Santa



En Viernes Santo, los hombres filipinos permiten que los crucifiquen en zonas como la provincia de Pampanga como una forma de dar gracias a Dios.




Rolando Ocampo, de 56 años, ha sido crucificado cada año desde 1990. Dice que Dios salvó a su esposa de un parto difícil.



El evento es muy concurrido y caótico. El calor, el polvo y la sangre se mezclan hasta que termina.



Ruben Enage, de 53 años, ha sido crucificado en 24 ocasiones desde que sobrevivió a una caída fatal en 1986.



Aunque los tornillos son desinfectados y personal médico está preparado para atender cualquier emergencia, los participantes saben que hay riesgos.



A menudo, los participantes oran durante su crucifixión, lo cual, según ellos, los ayuda a superar el dolor.



Puede tomar dos semanas para que se recuperen de las heridas, aunque los penitentes consideran el dolor un precio bajo por agradecer a Dios.



Muchos otros se flagelan a ellos mismos mientras caminan con los pies descalzos por la calle en procesiones que duran horas.



Tras horas de golpear su espalda, un hombre se detiene y se hinca para orar aún con la espalda herida.

Algunos han descrito el acto de autoflagelación y crucifixión como una locura. Pero las creencias locales están arraigadas en relaciones personales con Dios.

Ocampo dice que después de su crucifixión, "la vida sigue".
FUENTE: cnnespanol.cnn.com

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