viernes, 1 de abril de 2016

DON PEDRO DE CIEZA DE LEON



Pedro Cieza de León, conquistador e historiador. Nació en Llerena (Badajoz) en 1518 y murió en Sevilla en 1554 a los 36 años de edad.Pedro Cieza pertenece a aquel género de hombres que fueron a América como soldados y a los que el Nuevo Mundo convirtió en historiadores o geógrafos. Fue cronista e historiador del mundo andino, dejó escrita una Crónica del Perúen tres partes, de las que sólo la primera se publicó en vida de su autor, quedando inéditas las otras dos hasta los siglos XIX y XX respectivamente.Pedro de Cieza no es un científico en el sentido moderno de la palabra, Sin embargo, este historiador-naturalista que narra la más interesante de las crónicas relativas al Perú, aborda en su obra, de forma intuitiva, aspectos biológicos como ningún otro lo había hecho hasta entonces o lo hará después.
Familia
Se casó en Sevilla, con una mujer llamada Isabel López. No tuvo descendencia.
Formación
Nacido en el seno de una familia acomodada, con tan sólo 16 años se embarcó hacia Cartagena de Indias, en el año 1535.
Trayectoria en América
En Cartagena de Indias desempeñó una gran actividad en expediciones, fundaciones, encomiendas gubernamentales y otros cargos. Dichas actividades se pueden resumir así:Participó con Alonso de Cáceres en las expediciones a San Sebastián de Buenavista (1536) y a Urute (1537), y fundó, con Jorge Robledo, Santa Ana de los Caballeros (1539), Cartago (1540) y Antioquia (1541), en la actual república de Colombia.
Historiador
En 1547 inició un viaje hacia tierras peruanas junto a Pedro de la Gasca en la expedición de pacificación de Perú. Cieza se trasladó a la Ciudad de los Reyes, la actual Lima, donde fue nombrado cronista oficial de Indias.Entre 1549 y 1550 recorrió los lugares más importantes de Perú: (Cuzco, Potosí y La Plata, entre otros) recogiendo información con la que compuso su obra que era un ambicioso proyecto de una historia del mundo andino.
Regreso a España
Regresó a España en 1551 y se estableció en Sevilla. En esta ciudad publicó la “Primera parte de la Crónica del Perú” (1553), poco antes de la muerte de su esposa y de la suya, el año 1554.La obra tuvo una importante difusión nacional e internacional; de las once ediciones impresas durante el siglo XVI, unas lo fueron en Amberes y algunas vieron la luz en Italia. En el siglo XVIII se tradujo al inglés.Siglos después se publicó el resto del material que había escrito: “Segunda parte de la crónica del Perú”, que trata del señorío de los incas yupangueis y de sus grandes hechos y gobernación (1871), y “Tercer libro de las guerras civiles del Perú”, el cual se llama la guerra de Quito (1909).
Valoración crítica
Las facetas naturales de la obra de Cieza están impregnadas de sinceridad. Son muchas las descripciones botánicas, zoológicas, etnográficas, etc. en las que informa al lector de su experiencia personal. Por último, las descripciones del extremeño están salpicadas de comparaciones como punto de partida para explicar el exotismo de la vegetación y de la fauna.La importancia de Cieza como cronista consiste en que no se limitó a realizar una mera crónica de los acontecimientos que veía o vivía, sino que tuvo conciencia de historiador, es decir, de narrar una gesta más o menos épica, con un estilo discursivo y con la intención de contar verdades.Lo interesante de la Crónica del Perú es que analiza un cuadro global de la historia de Perú, principalmente, dando todo tipo de información tanto sobre la cultura inca, la flora y la fauna andina y amazónica como del comportamiento de los conquistadores y sus enfrentamientos. En este sentido, Cieza de León fue el primer cronista moderno.
Algunos relato de sus libros
“Cuando los españoles entraron a conquistar las comarcas que están alrededor del macizo colombiano había muchas etnias y muy diversas en costumbres y lenguas. Estos pueblos estaban diseminados en tanto que se hacían la guerra unos a otros”.De las creencias religiosas de los nativos, Cieza de León escribió:"En algunas partes se les han visto ídolos, aunque templos ni casa de adoración no sabemos que la tengan; hablan con el demonio y por su consejo hacen muchas cosas conforme al que se las manda; no tienen conocimiento de la inmortalidad del ánima enteramente; mas creen que los mayores tornan a vivir, y algunos tienen (según a mi me informaron) que las ánimas de los que mueren entran en los cuerpos de los que nacen; a los difuntos se les hacen grandes y hondas sepulturas, y entierran a los señores con algunas de sus mujeres y hacienda, y con mucho de su mantenimiento y de su vino; en algunas partes los queman hasta los convertir en ceniza, y en otras no más de hasta quedar el cuerpo seco".
Fuentes
Pedro Cieza de León. Biografíasyvidas.com.

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