lunes, 7 de septiembre de 2015

LA LEYENDA NEGRA ESPAÑOLA



Se designa así a la corriente de opinión antiespañola que se desató en Europa durante los siglos XVI-XVII. Comenzó siendo una crítica a los abusos cometidos en la conquista de América y derivó luego hacia una crítica general del imperialismo español, en particular de la política de Felipe II.



«La leyenda negra es un término inventado por Julián Juderías, un funcionario del Ministerio de Estado, colaborador del Instituto de Reformas Sociales, más tarde académico de la Historia, que en un concurso literario celebrado en 1913 presentó un libro, que sería premiado, con el título: La Leyenda negra y la verdad histórica. Un año más tarde el libro se publicaría, con el título más restringido de La Leyenda negra. Juderías definía así la Leyenda negra:


“Por leyenda negra entendemos el ambiente creado por los fantásticos relatos que acerca de nuestra patria han visto la luz pública en todos los países, las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y como colectividad, la negación o por lo menos la ignorancia sistemática de cuanto es favorable y hermoso en diversas manifestaciones de la cultura y el arte, las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España, fundándose para ellos en hechos exagerados, mal interpretados o falsos en su totalidad.”

Aquí no están mis juicios de valor al respecto porque parto de un principio: la idea de que no ha existido la mítica leyenda negra en tanto que no ha habido, a nuestro juicio, esa crítica negativa sistemática, feroz, unánime, intencionadamente destructiva hacia España o los españoles. [...] En situaciones de crisis, en España se ha tendido claramente al ensimismamiento y de ahí a un extraño complejo de persecución, un síndrome de ansiedad depresiva que incluso algunos psiquiatras han intentado explicar psicotapológicamente (López Ibor: El español y su complejo de inferioridad. Madrid, 1951). [...]

El contenido de la llamada leyenda negra debe matizarse separando el conjunto de opiniones negativas vertidas sobre España en función de la labor española en América de las que inciden específicamente en la valoración de la política, la cultura o el carácter españoles. En el primer caso, “la leyenda negra americana”, lo que se plantea es el debate en torno a la valoración del régimen colonial español, sus presuntas especificidades en comparación con otros colonialismos; en el segundo caso, el trasfondo de la cuestión no es otro que el problema de la inserción de España en Europa, su papel, sus posibles aportaciones.

Por otra parte, no solo existe crítica negativa hacia España, también la hay apologética, que merecería, obviamente, el nombre de leyenda rosa. Ambas (leyenda negra y leyenda rosa) se insertan en las guerras de opinión que es establecen entre los distintos protagonistas de la escena histórica mundial. [...]


Contenciosos históricos o rivalidades coyunturales han agriado la imagen de tal o cual país por parte de sus vecinos. Las críticas negativas sobre España, unas veces cargadas ciertamente de malevolencia despectiva, otras, expresión de banales y estúpidos tópicos, son la derivación de muchos factores: desde nuestro aislamiento histórico generador de ignorancias y desconocimientos recíprocos a la prepotencia de una época –los siglos XVI y XVII– en que la hegemonía española en Europa provocó no pocas envidias y resentimientos. [...]

Si en el siglo XVI la hegemonía imperial española suscitó críticas de carácter esencialmente político-religioso en los siglos XVII y XVIII, la agresividad europea hacia España se proyectó hacia la antropología –el carácter español– y en el siglo XIX la imagen española en Europa se frivoliza y las viejas acusaciones se acaban diluyendo en tópicos andalucistas muchas veces delirantes. Las críticas también varían según los países. [...]

Hacia 1540, el modelo político diseñado por los erasmistas consejeros de Carlos V de una Europa identificada con el principio de la Humanitas cristianaregulada por el Emperador –el Diálogo de Mercurio y Carón de Alfonso de Valdés constituirá una de las obras más definitorias de este modelo– está en crisis. La escalada protestante y las primeras agitaciones sociales del Estado moderno junto al progresivo avance de las conciencias nacionales, condenaron la idea imperial y europeísta al fracaso. [...]

La Europa renacentista sería ahogada por la irrupción de las nacionalidades, unas nacionalidades que, en buena parte, alimentarán su identidad en función de la propia competencia con los demás. La verdad es que en la guerra de opinión que suscitó el surgimiento de las nacionalidades, España nunca hizo gala de una actitud particularmente receptiva a lo foráneo.

No ha sido precisamente demasiado integradora la actitud española hacia los elementos extraños. Por lo pronto se condenó a judíos y moriscos, tan españoles como los cristianos viejos, al extrañamiento con la represión y la expulsión como último acto de liquidación del problema racial-religioso que fue conceptualizado como nacional. El concepto reduccionista nacional católico de España pasaba por la descalificación histórico-nacional de los otros, los no cristianos.» [García Cárcel, Ricardo: La leyenda negra. Historia y opinión. Madrid: Alianza, 1992, p. 13-22]

Las fuentes clásicas de la leyenda negra

La política de los Habsburgo para enfrentarse a los rebeldes de Flandes o la conquista y colonización de América, así como la figura de Felipe II, considerado como un tirano rencoroso y criminal de Estado.

Casiodoro de Reyna, alias Reginaldo González Montano, alias Raimundo González de Montes (1520-1594): Exposición de algunas mañas de la Santa Inquisición española (1567). La obra fue escrita en latín y publicada por primera vez en Heidelberg: Sanctae Inquisitionis hispanicae artes aliquot detectae ac palam traductae… Addidimus appendicis vice piorum quorumdam martyrum Christi elogia qui… inquisitores eos suis artibus perfidiae ac defectionis infamarint. Reginaldo Gonsalvio Montano authore (1567).

La identidad de González Montano sigue siendo un misterio. Podría tratarse de un monje jerónimo perteneciente al convento sevillano de San Isidro del Campo. Acusado de difundir las ideas luteranas y exiliado en 1557, fue llamado "heresiarca" o "maestro de herejes" en el Auto de Fe de Sevilla, el día 23 abril de 1562.

John Foxe (1516-1587): El libro de los mártires (1554). John Foxe era un exiliado de la Inglaterra de María Tudor en Holanda. La obra original lleva el título en ingles Acts and Monuments, comúnmente conocida como El libro de los mártires. Foxe subraya la indefensión jurídica de los acusados y critica a los inquisodores que, bajo el manto de la religión, no buscan más que su lucro privado. Los españoles son pintados como víctimas de la Inquisición, para él el gran “malo” es el Papa.

Guillermo de Orange-Nassau el Taciturno, príncipe de Orange (1533-1584): Apología (1580). La política de Felipe II en los Países Bajos llevó a que Guillermo organizara un fuerte movimiento contra la opresión española. Fue líder de la Revuelta de los Países Bajos y escribió una serie de panfletos contra Felipe II, el más famoso es Apologie ou Defense du trés ilustre Prince Guillaume, en el que se basó la Leyenda Negra contra España. Gruillermo de Orange acusa a Felipe II de bígamo, del asesinato de su propio hijo, el príncipe don Carlos, y de su mujer, Isabel de Valois, así como de tirano, adúltero e incestuoso. Guillermo de Orange fue el padre de la patria holandesa y enemigo declarado del rey español Felipe II.




Antonio Pérez (1540-1611): Relaciones (1594), obra publicada en español en Londres bajo el seudónimo de Rafael Pelegrino. Era un alegato personal contra Felipe II, al que ve culpable en asuntos tales como el asesinato de Escobedo, secretario personal de don Juan de Austria. A Felipe II se le atribuían los defectos de orgullo, crueldad, lascivia e incluso el de estar “contaminado” por la sangre judía o mora. A medida que el poder español penetraba en Europa, se extendía con él también la leyenda negra. Por las Relaciones de Pérez se deduce la culpabilidad del rey en asuntos tales como el asesinato de Escobedo, secretario personal de don Juan de Austria, al que el mismo Antonio Pérez había hecho quedar a los ojos del rey como un traidor que en realidad Escobedo nunca fue.

A todo esto hay que añadir los hechos protagonizados por el Duque de Alba (1507-1582) durante la época en que fue gobernador de Flandes, quien dedicó sus esfuerzos a aplicar medidas represivas y crueles, como la instauración del sangriento Tribunal de los Tumultos, que en seis años condenó a muerte a más de mil personas, entre las que se encontraban los populares condes de Egmont y Horn, inmortalizados por Beethoven en la obertura Egmont como símbolo de libertad.

Con el tiempo se produjo el fenómeno contrario, la interpretación de la historia de España y de la política de Felipe II como una especie de Edad de Oro.

Fray Bartolomé de las Casas (1484-1566): Brevísima relación de la destrucción de las Indias (1578). De las Casas ha sido considerado tradicionalmente el padre de la leyenda negra americana. Participó en la conquista de Cuba en 1512. En 1514 dejó sus actividades como encomendero por la impresión que le dejó la matanza de los indios de Caonao y el suplicio al que fue sometido el cacique Hatuey. Desde entonces empezó a ocuparse de la defensa de los indios. Vuelto a España, se entrevistó con el Rey Católico poco antes de la muerte de éste. En 1522 ingresa en la orden de los dominicos. Logró el apoyo del cardenal Cisneros (regente desde 1516) para llevar a cabo alternativas al régimen colonial español en América. Al mismo tiempo, escribía sus obras: Historia General de las Indias (1527-1562), Apologética Historia y su obra más conocida Brevísima relación de la destrucción de las Indias, escrita antes de ser nombrado obispo de Chiapas y antes de su polémica jurídica con Ginés de Sepúlveda. La Brevísima relación la escribió en respuesta a la Historia general y natural de las Indias (1535) de Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557). La obra de Bartolomé de las Casas fue prohibida por la Inquisición en 1660 “por decir cosas muy terribles y fieras de los soldados españoles que, aunque fueran verdad, bastaba representarlas al Rey o a sus ministros y no publicarlas, pues de ahí los extranjeros toman argumentos para llamar a los españoles crueles y fieros”, en palabras del censor jesuita Minguijón.

“Las Casas no es un personaje aislado. Su obra se inserta en el complejo debate de la valoración que merecieron a los españoles los indios americanos, el debate entre indigenistas y colonialistas. Bastantes años antes de la obra de Las Casas el indigenismo está presente en muchos textos. [...] El problema religioso –la cuestión de la supuesta idolatría, su condición de paganos–, con la conquista de México y Perú dio paso a la cuestión político-jurídica: la legitimidad de la guerra de conquista y la esclavitud de indios, en la que jugarían protagonismo fundamental Las Casas y Ginés de Sepúlveda y que empieza con el célebre debate de Valladolid de 1550-1551, la disputa que prolonga las primeras discusiones de las Juntas de Burgos sobre la legitimidad de la soberanía española en Indias.

La ambigüedad del P. Vitoria en sus Relaciones (1538) (reconoce a los indios la condición de sujetos de derecho sustituyendo el principio de cristiandad por el de comunidad internacional y rechazando la autoridad papal para autorizar guerras, pero al mismo tiempo legitima la guerra defensiva contra los indios) relanzará el debate que se va a proyectar hacia la legitimidad de la guerra y la esclavitud de los indios.” [García Cárcel, Ricardo: La leyenda negra. Historia y opinión. Madrid: Alianza, 1992, p. 228-229]



“Leyenda negra, peculiar distorsión de la historia española, llevada a cabo con el objeto de descalificar las actitudes políticas de la Monarquía Hispánica en la época durante la cual era una de las mayores potencias mundiales.

Julián Juderías, en un libro ya clásico, La leyenda negra y la verdad histórica, que escribió en 1914 y del cual parte el término, definía la leyenda negra como “el ambiente creado por los relatos fantásticos que acerca de nuestra patria han visto la luz pública en todos los países, las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y colectividad, la negación o por lo menos la ignorancia sistemática de cuanto es favorable y hermoso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte, las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España”.

En el triunfo de la leyenda negra han coincidido varios hechos: en primer lugar, la ignorancia y hasta la mala fe de cuantos han asignado a los españoles adjetivos muy duros y humillantes, tales como holgazanes, cobardes, torpes, lujuriosos, incultos y ultramontanos. Tampoco debe perderse de vista la gran credulidad por parte del pueblo ignorante capaz de creerse todo lo que otros han propagado, aunque sea absurdo. Y por último, el victimismo de los propios españoles al defender que Europa siempre ha despreciado y vilipendiado a España.

Aunque el término nació en 1914, la leyenda negra empezó a convertirse en un instrumento útil de propaganda antiespañola desde finales del siglo XVI. La leyenda negra tiene varias ramas o capítulos: así, se puede hablar de una leyenda negra en Italia. Otra rama de la leyenda negra tiene su raíz en los Países Bajos, ya que los patriotas holandeses publicaron todo tipo de panfletos con el fin de desprestigiar a los que consideraban invasores, desde Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, hasta los monarcas españoles. El padre de la patria holandesa y enemigo declarado del rey español Felipe II, Guillermo de Orange-Nassau, escribió lo que vulgarmente se conoce como Apología de Orange, en la que atacaba sin contemplaciones al gobierno de la Monarquía Hispánica. La actividad de la Inquisición se convirtió en un objeto inagotable a la hora de difundir panfletos antiespañoles. Otro foco importante de la leyenda negra fue Inglaterra, desde donde sus reyes, sobre todo Isabel I, apoyaron constantemente todo lo que podía debilitar a su gran enemiga España. Francia, rival durante siglos de España, fue otro atizador de la leyenda negra. En 1590 aparecía un opúsculo titulado Antiespañol en que se trataba muy mal a todo lo hispano. Lo que en Francia se dijo durante el siglo XVI continuó en el siglo XVII y en el XVIII.

Ahora bien, el gran pilar de la leyenda negra se encuentra en lo relativo a la interpretación de la conquista de América, sobre todo en los textos del fraile dominico Bartolomé de Las Casas. Su obra Brevísima relación de la destrucción de las Indias, publicada en 1552, llena de apasionamiento y exageraciones, iba a servir en bandeja todo lo que necesitaban los cultivadores de la leyenda negra. Resulta significativo que esta obra lascasiana, cuando se reimprimió en los Países Bajos en 1620, se hizo con el siguiente título: Espejo de la tiranía española en que se trata de los actos sangrientos, escandalosos y horribles que han cometido los españoles en las Indias.” ["Leyenda negra." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008]



“Brevísima relación de la destrucción de las Indias, obra del dominico español fray Bartolomé de Las Casas, escrita en 1539, dada a conocer al rey español Carlos I (emperador Carlos V) en 1542 y publicada por vez primera en Sevilla diez años después. Las Casas la redactó con el objeto de defender su actuación entre los indígenas americanos frente a los ataques vertidos por el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, entre otros. Se trata de una verdadera relación de todos los males que componían el sistema colonial implantado en las Indias, considerados por el dominico como una manifestación de la violencia y del despojo a que eran sometidos los originales pobladores de aquellos territorios. Denuncia el uso hecho por los españoles de la encomienda, institución en la cual Las Casas no ve sino una auténtica esclavitud de la población sometida. Aportando en algunos casos datos poco creíbles, aunque incluidos como parte de una trama expositiva convincente, el fraile obtuvo en noviembre de 1542 la firma regia de las denominadas Leyes Nuevas, que trataron de reducir la explotación de los indígenas por los conquistadores y colonos. La Brevísima relación fue el trabajo más divulgado de Las Casas, por ello también el más controvertido y, debido a su traducción a casi todas las lenguas europeas, sirvió como base fundamental para el nacimiento de lo que se dio en llamar la leyenda negra contra la Monarquía Hispánica, en especial en lo referido a su actuación en el continente americano.” ["Brevísima relación de la destrucción de las Indias." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008]



“Concepto o conjunto de ideas e informaciones sobre España y los hechos de su Historia, que desfiguran el carácter nacional, tanto individual como colectivo y pintan a España como un país cuya conducta constituye una lamentable excepción europea en punto a la tolerancia, la cultura y el progreso político.

La leyenda negra tuvo su origen en la enemiga suscitada por la hegemonía mundial española durante el periodo de los Austrias. Los hechos básicos fueron la expulsión de los judíos, la contrarreforma, las luchas en Flandes que produjeron notables libelos anti-españoles como la Apologie lanzada por el príncipe de Orange, Guillermo de Nassau en la que se calumniaba al rey Felipe II, y las difamaciones de algunos políticos descontentos que emigraron como Antonio Pérez, hijo del Secretario de Estado de aquel rey y más tarde heredero del cargo, que fue desterrado después de muy graves incidentes y prisiones, a los 52 años y que, en el extranjero, escribió panfletos contra España y conspiró con potencias extranjeras.

Felipe II fue el tema principal de la leyenda antiespañola y se le llamó demonio del Sur por algunos historiadores. Las relaciones del rey con su primogénico el príncipe Carlos, que sirvieron de motivo a un famoso drama de Schiller, Don Carlos, los matrimonios reales y los acontecimientos de la conquista de América, deformados tomando como base el libro escrito por el español Fray Bartolomé de las Casas, redondearon la leyenda negra.

En ella se acusa a España de oscurantismo, intolerancia religiosa tipificada en la Inquisición, ignorancia y atraso en las Ciencias y en las industrias, etc.

Actualmente la investigación histórica desapasionada ha desmentido la leyenda negra. Se reconoce el valor de la evangelización y colonización de América y el espíritu avanzado de las leyes que rigieron aquella empresa. También la figura del rey Felipe II ha sido perfilada con objetiva precisión, así como los sucesos de su reinado.” [Michel, R.-J. / López Sancho, L.: ABC de Civilización hispánica. París: Bordas, 1967, p. 227-228]
FUENTE: hispanoteca.org

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