domingo, 3 de abril de 2016

LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO: PEDRO ORDOÑEZ DE CEBALLOS

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Pedro Ordoñez de Ceballos nació en Jaén alrededor de 1557 y murió, con más de 80 años, entre los años 1635 y 1636 en su Jaén natal.

Soldado, conquistador, comerciante, sacerdote, historiador y escritor español.

Fue la primera persona en dar la vuelta al mundo comenzando en América, partiendo de Guayaquil y regresando a la misma ciudad cuatro años después.

Contó sus aventuras en Jaén, al final de su vida, en su libro autobiográfico, Viaje del Mundo, donde cuenta sus aventuras alrededor del mismo en un viaje de 30.000 leguas (equivalente a cuatro vueltas a la Tierra) visitando casi toda Europa, norte y sur de África, Oriente Medio, América, Filipinas, Japón, Conchinchina, India, Persia, etc. Es decir, viajó por todo el orbe conocido en su época.

Es difícil resumir la vida de este polifacético hombre de su siglo, la fuente principal está en su libro autobiográfico. Se hacía llamar, en sus libros, el Clérigo Agradecido y sus aventuras fueron llevadas al teatro por los frailes mercedarios Fr. Alonso de Remón y por Fr. Francisco de Guadarrama.

Desde los 9 hasta los 19 años vivió en Sevilla, al cuidado de su tío Alonso de Andrade de Avendaño, donde se graduó en estudios latinos y artes en el colegio de los Jesuitas

Una historia amorosa con una mujer casada le hizo poner, precipitadamente, tierra por medio embarcando en las galeras al mando de Juan de Cardona. Bajo su protección fue primero Alguacil Real de las galeras, después su Alférez y finalmente Capitán. Se embarco con sus dos compañeros de aventuras: su criado Marcos Ortiz y Pedro de Lomelín. Este era un representante del español de la época: espadachín, valiente y aventurero.

En una somera relación de sus hechos antes del inicio de sus aventuras asiáticas, anotamos:

Después de dos años de Alférez en las galeras, en 1575, forma parte de la tripulación de las dos galeras, mandadas por Francisco de Benavides, dedicadas al corso en el Mediterráneo oriental, Mar Egeo, Mar Negro y península de Crimea en lucha constante con los turcos, regresando por Creta, Venecia, Mesina y acabando en Túnez.

Posteriormente, en 1576, emplea dos meses en viajar a Tierra Santa con sus amigos: el capitán Felipe de Andrade, el gobernador de Cáceres, el capitán Francisco Redondo y el bachiller Francisco Galavía, con salida y regreso a Túnez. Lo hacen bajo la protección del Bajá de Siria. Algunos de sus amigos eran cautivos en Túnez rescatados con el dinero de Ordoñez.

Trabajó como proveedor general del ejército portugués que fue derrotado en Alcazarquivir en 1578.

Realizó su primer viaje a las Indias, en 1579, a Santo Domingo y Cartagena con naufragio incluido en la Bahamas.

Regreso a España y viajó, acompañando al Marques de Peñafiel, a Ginebra, La Rochela, Calais y Flandes.

Travesía de negocios al norte de Europa (Inglaterra, Dinamarca, Alemania, Letonia, Finlandia, Suecia, Noruega, Irlanda y Escocia) mercadeando con perros y halcones. Empleo 10 meses en el viaje, uno de ellos con el barco retenido por el hielo.

Viaje a Guinea para comprar negros y venderlos en Sevilla.

Alférez en las jornadas de Portugal para el acceso al trono lusitano del Rey Felipe II. Estuvo en la toma de Lisboa en 1580

Segundo viaje a las Indias como veedor a Cartagena. Participando en las luchas contra los negros cimarrones, en las jornadas de de Urabá y Caribana y contra los indios taironas rebeldes, en 1586.

Está en la fundación de las ciudades de Altagracia de Suma Paz y Santiago de los Caballeros.

Manda de fuerzas españolas en la exitosa jornada contra los indios pijaos y paeces. Derrotados los indios, visita a Bogotá y decide hacerse sacerdote.

Fue ordenado en Bogotá por el arzobispo Zapata de Cárdenas

En 1590, recibe el encargo de transportar 35.000 ducados del obispo a España.

Resolvió hacer la travesía siguiendo la ruta oriental, la que habitualmente usaba el Galeón de Manila, quizás para evitar el contra-paso del estrecho de Magallanes y los peligros a que este cruce daba lugar.

En Acapulco compró un galeón de 280 toneladas al que bautizó como San Pedro. Tripulado por 30 marineros, 25 grumetes, un capitán, un maestre, un contramaestre, un despensero, un escribano, 20 pajes, 10 soldados, sus amigos Pedro de Lomelín y Marcos Ortiz, un genovés y un inglés experto en la fabricación de artefactos incendiarios y nueve comerciantes.

Re-artilló el galeón con cinco piezas de bronce que añadió a la artillería original.

Parece ser que no tenía ninguna intención de llegar a Manila ni ponerse en contacto con las autoridades españolas de las Filipinas, por lo que llagaron a Macao, colonia portuguesa en China, y obtuvieron permiso del Gobernador para comerciar.

Recorrieron las costas de China y Japón llegando hasta Conchinchina donde se toparon con dos juncos de esta nacionalidad y, sabiendo que China estaba en guerra con Conchinchina, usando el permiso obtenido en Macao se apoderaron de las mercancías de los juncos y los quemaron. Después remontaron el Rio Rojo hasta la capital entrevistándose con el Rey.

De las aventuras ocurridas en esta visita a Conchinchina destacamos:

El joven rey le pareció algo ridículo, pero se enamoró de su bella hermana con quiso casarse, pero las diferencias culturales lo impidieron, por lo que la bautizo convirtiéndola al cristianismo y haciéndola monja.

Estando en la capital, se recibió un emisario del hermano del rey de Camboya que pedía la mano de la princesa. Ordoñez no pensaba consentirlo, por lo que su amigo Lomelín reto y mató al emisario.

Conchinchina estaba en guerra con los chinos y también estaban implicadas como enemigas las tierras de Camboya y Pegú. Era un conflicto civil en el que estaban entremezclados los intereses de varias familias nobles.

Contento con sus nuevos amigos, el rey les permitió comerciar a lo largo de los pueblos de su costa. Fueron navegando hacia el sur en compañía de la flota de Conchinchina, al mando de su almirante Andononita, hasta que se enteraron de que la flota de Camboya estaba atacando la costa.

Estando en el litoral del reino aliado de Champaa, Ordoñez, que había salido en una barca a hacer unas comprobaciones, fue hecho prisionero por unos piratas chinos al servicio de los camboyanos, pero consiguió escapar haciéndose pasar por un navegante que iba al puerto portugués de Malaca y que había perdido su nave.

Al día siguiente preparó su flota para enfrentarse a la camboyana y sus aliados chinos.

La batalla tuvo lugar en el Cabo Pracel, frente a Tonkin, donde la participación del galeón español fue decisiva por su mayor velocidad y armamento. La batalla duró dos días y fue una de las batallas navales más importantes del siglo XVI en Asia. El enemigo perdió 116 buques y más de 9.000 hombres.

Los españoles fueron agasajados por la victoria con regalos, abandonando a continuación las costas del reino.

Poco después de encontraron con un buque portugués mandado por el capitán Diego Veloso, comandante del fuerte portugués de la isla de Coral.

Los españoles fueron retenidos en virtud del tratado de Tordesillas, se encontraban al otro lado de la demarcación y, a pesar de que los dos reinos estaban unidos, la línea de Tordesilla seguía en vigor y producía constantes choques. Fueron liberados previo pago de 50.000 pesos.

Ordoñez llegó a la India en el año 1592, procedente de Malaca (Malasia) y Sumatra. Según sus escritos recorrió todo el golfo de Bengala, reino de Narsiga, sepulcro del Santo Apóstol Tomás ( Madrás). De allí llegó a la isla de Ceylan (Sri Lanca) donde estuvo preso de un rey moro, a la ciudad de Goa y por las costas de Persia al estrecho de Ormuz.

Volvió a España y completo su vuelta al mundo hasta Nueva España desde donde partió.

Ya mayor y cansado, volvió a su Jaén natal donde escribió autobiográfico Viaje del Mundo.

El libro III es una especie de resumen geográfico de las rutas y lugares por los que transitó, todo ello adornado por maravillas y prodigios que vio u oyó en sus viajes.

Unas historias reales y realizadas por nuestro personaje que dan para muchas novelas y películas de aventuras..





FUENTE:elcorreodepozuelo.com

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