domingo, 22 de mayo de 2016

CESAREO ALVAREZ Y LA TORRE OPTICA DE COLON EN CUBA

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Otra de las defensas heroicas, que llenan la historia de España, sucedió en las guerras de Cuba. En la Torre Óptica Colón, o Pinto, un puesto de vigilancia situado a 20 Km de la capital de la provincia Puerto Príncipe, en la mencionada isla.

La Torre Óptica Colón era una guarnición de un puesto avanzado del ejército español, sólidamente construida en dos plantas con madera del país, aspillada y rodeada de un ancho foso con puente levadizo.

La tropa estaba constituida por una sección del Batallón de Chiclana y estaba formada por el Alférez Cesáreo Sánchez, el sargento José Garabito, tres cabos, un corneta, 21 soldados y tres paisanos. Una tropa que resistió el ataque de una partida de insurgentes de 500 hombres al mando de los líderes cubanos Agramonte, Yaguajay y Rodríguez, al amanecer del 20 de febrero de 1871.

Los cubanos pretendían tomar el reducto por sorpresa, pero advertida, la tarde anterior, la presencia de seis o siete hombres a caballo en ademan hostil, se determinó por el mando tomar las medidas para evitar una celada. Así, media hora antes del amanecer, la tropa estaba situada en sus puestos de defensa a la espera de lo que pudiera ocurrir.

Al no oír ruido raros ni haber nada que hiciera sospechar que fueran a ser atacados, sin abandonar los puestos de combate, se hizo salir al ranchero para hacer, como todos los días, el café mañanero de la tropa. Y éste fue el momento elegido para el ataque cubano, cargando contra la torre.

Atacada por sus cuatro costados a la vez y con tal rapidez, que los cubanos impidieron, incluso, que las tres familias que vivían en las proximidades del fuerte tuvieran tiempo de salir de sus casas para refugiarse en la torre. Solo tres hombres pudieron entrar en el reducto. El último recibió, pese al corto trayecto recorrido, dos heridas de machete.

Esta circunstancia impidió la subida del puente levadizo para que sirviera de blindaje a la puerta y tuvo que ser levantado hacia un lado, debilitando las defensas de una zona critica como la puerta.

El ataque estaba formado por tres líneas, integradas: la primera, por negros con fajinas (haces de leña, ramas, elementos combustibles que servían para rellenar el foso y para prender fuego a la torre) y escalas. La segunda, por infantería y, la tercera, por caballería.

La primera línea consiguió su principal objetivo que era colocar las fajinas para que sirvieran de parapeto contra el fuego del recinto y arrojar algunas otras al foso para cegarlo y así facilitar el asalto.

En este momento, las bajas de los defensores ya alcanzaban a dos cabos y un soldado, mortalmente heridos, y de mucha gravedad el sargento y tres soldados más. Ante el peligro de caída de la torre en manos enemigas, los dos civiles que quedaban útiles tomaron las armas de los muertos para ayudar en la defensa.

El enemigo trato de incendiar la torre, pero fue rechazado a bayonetazos a pesar de la densa humareda que provocaba los conatos de incendios.

Muertos o heridos gravemente más de la mitad de los defensores, entre los que se encontraba el Alférez Sánchez, que había sido herido en una pierna en la defensa de la puerta, decidió morir abrasado antes que rendir la posición.

De los 26 miembros de la guarnición, habían sido muertos dos cabos y un soldado, y heridos un sargento, un cabo y once soldados, la mayor parte de gravedad.

La reiteración de los ataques enemigos, la escasez de municiones y las bajas hizo plantear una alternativa a la heroica resistencia.

El corneta Máximo Garrido Andreu se ofreció voluntario para tratar de cruzar las líneas enemigas y solicitar auxilio de las tropas españolas de los puestos inmediatos. Hecho que logró gracias a su arrojo y valentía.

Llegaron los refuerzos y los sitiadores huyeron en desbandada.

A todos los defensores, incluidos los paisanos, les fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando y el Alférez Sánchez fue ascendido a Capitán

Esta es la relación de los gloriosos componentes de la heroica guarnición de la Torre Óptica de Colón:

Alférez: Cesáreo Sánchez Sánchez.

Sargento segundo: José Garabito Fernández.

Cabo primero: José Suárez Cruz.

Cabo segundo: José Brías Vizcarri y Lucio Herrero Herranz.

Corneta: Máximo Garrido Andreu.

Soldados: Rafael Ariza Castellanos, Juan Capell Morales, Álvaro Cebriola Blanes, Ángel García Rodríguez, José Gual Abril, Joaquín Izquierdo Villanueva, José López Cabello, Juan López Sanz, Juan Murgui Murgui, Gregorio Oché Targa, Clemente Puig Casadems, Pedro Puig Doménech, Pedro Ridao Martín, Andrés Rodríguez Chamizo, José Rodríguez Moreno, Manuel Solá Galera, Miguel Tirado casado, Eugenio del Valle Rico, Luis Ventura Vel, Juan Vilá Piñeiro y Mateo Vilella Llansas.

Paisanos: Pedro Esquivel, Carlos Junco Gómez y José Martínez Quesada.
FUENTE: elcorreodepozuelo.com

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